Los aminoácidos sulfurados ayudan a contrarrestar el estrés oxidativo producido por los entrenamientos de alta intensidad. Específicamente estos aminoácidos son precursores en la síntesis de glutatión, principal antioxidante del cuerpo. 

Los aminoácidos nitrogenados participan en la formación de óxido nítrico cuya función es promover un mayor flujo sanguíneo ayudando a una mayor eficiencia muscular y resistencia a la fatiga y por lo tanto a un mejor rendimiento.

La glutamina participa en el incremento de procesos anabólicos musculares y en la recuperación muscular. Aumenta la síntesis de proteínas en el músculo, lo cual promueve su crecimiento. Esto permite un aumento también en la fuerza contráctil y por lo tanto de la fuerza y potencia muscular.

La creatina aumenta la disponibilidad de fosfocreatina (PCr) en el músculo, que participa en la refosforilación de ADP para formar ATP generando energía disponible durante el ejercicio intenso. Estimula la síntesis de proteínas e inhibe la degradación de éstas promoviendo un aumento en la masa magra y en la potencia y fuerza muscular.

El omega 3 (DHA y EPA) promueve la producción de óxido nítrico favoreciendo la vasodilatación con lo cual se beneficia un mejor flujo sanguíneo. Son precursores de compuestos antiinflamatorios por lo que retardan el dolor muscular post ejercicio. Estimulan el crecimiento muscular a través de vías anabólicas.

Las vitaminas del complejo B participan tanto en procesos de síntesis de energía y crecimiento y reparación de tejido muscular (B1, B2, B3, B5, B6 y B7) como en la formación de glóbulos rojos, en la síntesis proteica y en la reparación de tejidos (B9 y B12). 

Estos micronutrientes ayudan a mantener una buena salud ósea. La vitamina D regula los niveles de calcio y de fósforo, esenciales para la homeostasis del músculo esquelético. A su vez el Calcio participa en reacciones que promueven el crecimiento, mantención y reparación de tejido óseo. Se debe mantener en un nivel óptimo ya que es fundamental en el proceso de contracción muscular y conducción nerviosa.

La vitamina E ayuda a retrasar la fatiga muscular y favorece la recuperación post ejercicio. Actúa como un potente antioxidante reduciendo la peroxidación de lípidos y protegiendo las membranas celulares del daño oxidativo producido por el entrenamiento.

El zinc contribuye a la correcta síntesis de proteínas, en el crecimiento y reparación de tejido muscular y en la producción de energía.